¿COMER DE NOCHE ENGORDA?
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Comer de noche engorda, ¿mito o realidad?
¿Sueles comer de noche más que en el resto del día?
Comer de noche en exceso es algo que se repite con bastante frecuencia, pero que tiene unas consecuencias que quizás desconozcas.
Cuando comienzas con el proceso de coaching para adelgazar y ponerte en forma, lo primero que notas es que precisamente se suele detectar que el momento del día donde más se come en exceso es precisamente por la noche.
Pero en este post vamos a centrarnos en lo que sucede con nuestro metabolismo cuando comemos por la noche.
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Una de las desventajas de comer en exceso antes de acostarse es que perdemos gran parte de los beneficios metabólicos del sueño. Nuestro cuerpo cuando dormimos tiene un enfoque metabólico destinado al mantenimiento, la desintoxicación, la reparación y el crecimiento de sus tejidos y órganos. El hígado, que es nuestro órgano principal de desintoxicación, hace la mayor parte de su trabajo durante la noche y a primeras horas de la mañana.
Al consumir una gran cantidad de comida justo antes de acostarte, gran parte de la energía metabólica que normalmente se gasta en el mantenimiento, la desintoxicación, la reparación y el crecimiento está siendo desviado a la digestión. Así es cómo funciona tu cuerpo. Las necesidades de supervivencia a corto plazo prevalecen sobre las de largo plazo. Cuando el flujo sanguíneo y el metabolismo están centrados en digerir tu comida mientras duermes, lo más probable es que despiertes con una sensación de congestión y pesadez porque no te desintoxicaste totalmente durante la noche.
¿Te has parado a pensar alguna vez en la razón por la cual el desayuno se llama "des-ayuno"? Porque estamos terminando el período de ayuno entre la cena y la primera comida por la mañana.
Sin embargo cuántas veces escucho decir a mis clientes que salen por la mañana de casa sólo con un café en el estómago y en cambio por las noches no pueden parar de comer...
Por lo tanto si te despiertas sintiéndote cansada e hinchada por comer una gran cena será porque no tuviste comidas reales y tranquilas durante el día. No vas a tener hambre por la mañana porque tu cuerpo todavía estará en el modo de desintoxicación cuando en su lugar debería estar preparado para la actividad metabólica de comer. El almuerzo entonces lo sientes como el desayuno y la cena será interpretado por el cuerpo como el almuerzo que es el momento para la comida más grande. Y después de la cena (que tu cuerpo pensaba que era el almuerzo) es probable que estés buscando "la cena" y terminas por sorprendente volviendo a comer más tarde.
A menudo escucharás a los nutricionistas recomendar que comas tu comida de la noche cerca de cuatro horas antes de acostarte. Un período de tiempo de cuatro horas es más que suficiente para la mayoría de la gente a metabolizar una comida. Entonces irás a la cama sin elevar la temperatura de tu cuerpo a través del efecto metabólico de los alimentos, lo que aumenta tu probabilidad de tener un sueño reparador. También hace lo que estaba destinado a hacer mientras estás durmiendo: la curación, la desintoxicación y la reconstrucción sin desviar fuerza metabólica de vital importancia hacía la digestión.
CUÁNDO COMES... ES TAN IMPORTANTE COMO LO QUE COMES.
Para lograrlo es posible que necesites volver a entrenar tu cuerpo y reorientar tu estilo de vida. Concéntrate en tener una cena más ligera y más temprana, y tomar un desayuno nutritivo.
Comer un almuerzo sano y relajado hace que sea más fácil tener una cena ligera.
Si sabes que vas a tener que cenar muy tarde porque no hay manera de evitarlo, aún puedes ayudarte con este truco: come algo sustancial antes de la cena aproximadamente de dos a tres horas antes y come menos en la cena. Ésto también es útil si estás llegando tarde a casa del trabajo y sientes un hambre voraz en la cena.
Debido a nuestro estilo de vida puede que estés ignorando la alimentación y la nutrición, mientras que atiendes frenéticamente a tu trabajo y tu familia.
Y cuando por fin llegas a casa, o se han acostado los niños, es cuando el cerebro tiene permiso para atender tus necesidades. Pero en lugar de informarte tranquilamente que has descuidado tu nutrición, salta sobre ti como un perro abandonado y ladra "¡Tengo hambre!".
Las sensaciones voraces que experimentamos pueden ser abrumadoras, haciéndonos comer en exceso. Entonces nos sentimos culpables y tratamos de compensar nuestra falta de fuerza de voluntad y control siguiendo un régimen más difícil todavía.
¿Te das cuenta cómo muchas veces las soluciones a los problemas nutricionales en realidad no tienen nada que ver con el problema real?
¿Cómo te estás castigando por razones equivocadas a la hora de comer y hacer ejercicio?
Al planificar una merienda o snack en la a media mañana o a media tarde estás haciendo un ataque preventivo contra el hecho de comer desesperadamente después del trabajo. Tomas una decisión consciente para atender tu apetito, y entonces cortocircuitas el hábito de negarte a ti mism@ la comida y luego devorarla.
De esta manera conseguirás un buen sueño, te desintoxicarás y repararás tu cuerpo mientras que estás durmiendo. Y te despertarás sintiéndote verdaderamente renovad@ y list@ para enfrentar un nuevo día.
Si quieres mejorar la relación con tu imagen corporal y con la comida, puedes contactar conmigo para recibir un Body Fitness Scan 100% gratuito.
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Gracias y hasta la próxima semana...
Fitness&Workout... Un Estilo de Vida... puede ser el tuyo!!!